La Ciudad de Managua es la capital de Nicaragua, y tiene una población estimada en 1.5 millones de habitantes. En sus orígenes fue una pequeña ciudad indígena. En 1821, después de celebrada la independencia de Nicaragua de la corona española, Managua fue elevada a ciudad en 1846, y se convirtió en capital de la República de Nicaragua en 1852.

El nombre de Managua viene del náhuatl “managuac” y significa “Rodeada de Estanques”; es también conocida como “La Novia del Xolotlán”. A orillas del lago Xolotlán, Managua ofrece sitios muy interesantes que son visitados por nacionales y extranjeros por su belleza e interés histórico:

La plaza de la Revolución, sitio histórico de celebración del triunfo del pueblo sobre la dictadura de Somoza. A su alrededor la moderna Casa Presidencial y el Palacio de la Cultura, el cual alberga el Museo Nacional, así como valiosos murales. La Catedral de Santiago de Managua, semi-destruida por el terremoto de 1972, sin embargo, aún es posible apreciar en su exterior su belleza arquitectónica. A pocos pasos encontrará la hermosa fuente en mármol tallado, en honor al poeta nicaragüense Rubén Darío. El Teatro Nacional Rubén Darío, donde se lleva a cabo una intensa actividad artística y cultural. A través de las enormes vidrieras del teatro, puede apreciarse la belleza e inmensidad del lago y los volcanes Momotombo y Momotombito.

Además del centro histórico se pueden visitar otros lugares de interés, tales como El Puerto Salvador Allende, punto de anclaje de un pequeño crucero que navega por el lago, ofrece restaurantes para todos los gustos, bares, discotecas y áreas de recreación para todas las edades. El Paseo Xolotlán, un malecón con increíbles vistas del lago y un recorrido histórico por la antigua Managua, a través de maquetas a escala de antiguos edificios de la ciudad, y de las Iglesias mas representativas del país.

Managua también posee tres importantes reservas naturales: la Península de Chiltepe con sus dos lagunas cratéricas, el parque El Chocoyero–El Brujo con sus cascadas, y la Reserva Privada Montibelli, ideal para la práctica del aviturismo